miércoles, 12 de diciembre de 2012

RASHOMON

Ficha técnica y artística:

Título: Rashômon
Dirección: Akira Kurosawa
País: Japón
Año: 1950
Duración: 88 min.
Género: Criminal, Drama, Intriga
Reparto: Toshirô Mifune, Machiko Kyô, Masayuki Mori, Takashi Shimura, Minoru Chiaki, Kichijiro Ueda, Fumiko Honma, Daisuke Katô
Distribuidora: Los Films del Búho
Productora: Daiei Studios
Fotografía: Kazuo MiyagawaDiseño de producción: So Matsuyama
Guión: Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto
Montaje: Akira Kurosawa
Música: Fumio Hayasaka
Producción ejecutiva: Masaichi Nagata


La realidad: Unidad o Multiplicidad

¿Cuál es el sentido de la unidad si es que ella existe? Si lo Múltiple y lo Uno son ambos verdaderos, ¿qué clase de relaciones mantienen entre sí?
Heráclito creía en la unidad y la multiplicidad y las aceptaba como verdaderas y existentes. Difería empero, de Anaximandro, que rechazaba la separación por injusta, y de Empédocles, para quien todo
era múltiple y uno alternadamente. La concepción del efesio nació de su potente intuición concreta de las cosas, de su agudo sentido de las realidades universales. En nuestra experiencia del cosmos comprobamos esta coexistencia eterna y no podemos sustraernos a ella. La mirada sobre lo múltiple nos revela, en efecto, una profunda unidad cualquiera sea el objeto que elijamos como punto de referencia. Y no obstante esta unidad sólo se justifica por la multiplicidad de sus poderes y formas de los que de alguna manera dependen.

Se pregunta con frecuencia, y bastante vanamente, cómo la multiplicidad puede surgir de la unidad, sin advertir que el problema así formulado no tiene respuesta por la simple razón de estar mal planteado y de no corresponder, bajo esta forma, a ninguna realidad; en efecto, la multiplicidad no surge de la unidad, como tampoco la unidad surge del Cero metafísico; o como tampoco surge cosa alguna del Todo universal o como ninguna posibilidad puede encontrarse fuera del Infinito o de la Posibilidad total. La multiplicidad está comprendida en la unidad primordial y no deja de estar comprendida en ella por el hecho de desarrollarse en modo manifestado; esta multiplicidad es la de las posibilidades de manifestación y no puede concebirse de otra forma que así, pues es la manifestación lo que implica la existencia distintiva; por otra parte, puesto que se trata de posibilidades, es necesario que éstas existan en la manera que está implícita en su propia naturaleza.

Todos vivimos en una realidad única aunque cada uno lo vive de manera distinta, de manera múltiple.

La realidad múltiple no surge de la unidad ni la unidad del cero absoluto, no viene de la nada simplemente se comprenden entre ellas sin motivo, simplemente interactua una con la otra.